martes, 21 de agosto de 2012

Cualquier tiempo pasado fue mejor. Episodio 1: El Tren

Hace casi ocho meses que no escribo nada en este blog y ahora, a la vuelta de mis tarraconenses vacaciones, me he decidido actualizar por varias anécdotas que en estos días he, más que vivido, sufrido.

Aderezado el momento con buena música de Banda Sonora ("My name is Lincoln" de la Isla (Steven Jablonsky), "El Bosque" o, como no, Hans Zimmer con Piratas del Caribe, Gladiator, La Roca, etc, etc) comienzo mi discurso. Ah, se me olvidaba, este artículo estará dividido en dos episodios, capítulos o como lo queráis llamar. El primero trata del tren en el que he viajado, el segundo de mi día en Port Aventura.

El año pasado, cuando fui a comprar el billete de tren en la estación de Zamora, me comentaron que algunos detalles de la ruta habían cambiado. Por ejemplo, aquel talgo destartalado que una chapa entre vagones aseguraba datar en 1963 había desaparecido dando paso a la "modernidad" con un tren MD o Media Distancia que cubría la ruta Salamanca-Zaragoza (¿¡Más de 500 km es Media Distancia!?). Al llegar a Zaragoza uno se tenía que bajar y coger, obligatoriamente, un AVE hasta el Camp de Tarragona, a 20 km de la ciudad de Tarragona  (olvidémonos ya de la Estación de Tarragona, la de la ciudad). Por cierto ese MD no tenía vagón cafetería ni películas. En fin.

Este año ha habido otro cambio. Pareciendo no encontrar sentido a poner un tren de MD para una ruta que atraviesa el Estado, ahora el MD solo cubre la ruta Salamanca-Valladolid (lo cual es más lógico para un tren de su categoría, más hecho a rutas autonómicas que estatales). Pero esta es la parte buena. Ahora viene la auténtica definición de modernidad. En Valladolid hay que coger un Avant (lo que viene siendo un AVE que va 100 km/h más lento que el AVE de verdad) que al ir por vía convencional va a velocidad convencional, es decir, 150 km/h, y que luego en Zaragoza hace un cambio de vías para introducirse en la Red de Alta Velocidad hacia Tarragona y Barcelona e ir a 250, en vez de a 350 como puede ir el más rápido. Hasta aquí difícil de entender. Voy más allá. El Avant, tren moderno, rápido, limpio, veloz (cuál zapato que canta "Tengo un tractor amarillo") sigue la tradición de su hermano menor MD y no tiene películas ni vagón cafetería. No, no tiene. Un tren que durante 8 horas está recorriendo tres cuartos de la geografía española, no tiene vagón cafetería, donde avituallarse, ni un par de películas para amenizar el viaje y paliar el tedio. Ahora, eso sí, el precio del billete aumenta por momentos. Aún recuerdo que en los primeros años del euro hacía un ida/vuelta con cafetería y pelis por 40, mientras que ahora sufro al dar mis 95 euros por moverme sin ningún servicio adicional más que un WC "bonito". Que por cierto estoy empezando a sospechar que en los próximos trenes empezarán a dejar de poner WC, no sea que el valor del "gusano" sea tan caro que un ciudadano no pueda comprar un billete.

No hay comentarios:

Publicar un comentario