martes, 29 de diciembre de 2009

Navidad, Año Nuevo, uno más

Tras un par de meses sin escribir, me digno a hacerlo por fín, coincidiendo con las vacaciones de Navidad cuando se supone que tengo más tiempo libre, se supone. Y es que quería hablar de esta tradición que es la Navidad.
Cuando era pequeño, mis padres y yo solíamos ir al pueblo a pasar las vacaciones. La cena de Nochebuena, la comida de Navidad y la comida de Año Nuevo se hacía en Gema, y la cena de Nochevieja, en casa de mis tíos, en Zamora. Por aquel entonces estaba toda mi familia, al completo: mis tíos y tías, mis primos, mis abuelos y mis padres. Esos si que eran buenos tiempos. Con el paso de los años, y a medida que mis primos crecían (yo también pero soy el pequeño de la familia) estos iban dejando de asistir a algunas de las comidas, como Nochevieja, que decidían pasarla con los amigos, con las novias, o con vete tu a saber, y yo, el canijo, con mis padres y mis abuelos. Viendo como se iba perdiendo la tradición me hice una promesa que de momento cumplo, pasado mañana cumpliré y espero cumplirla más tiempo: La Nochevieja, al igual que la Nochebuena (a la que si van todavía mis primos) se debe celebrar en familia, independientemente de si decidimos salir de fiesta después. Esta frase me la impuse hace seis años y la tengo en mi mente cada vez que se aproximan las fiestas.

Otro aspecto es el del famoso ambiente navideño, un amalgama de decoraciones, luces, villancicos y demás que inundan las calles y las casas. No se si es porque me hago mayor, pero me da la sensación que cada vez hay menos ambiente. Ahora me cuesta ver los grandes mercadillos navideños, no se donde están, y por culpa del exagerado Cambio Climático hay menos luces y se gasta menos electricidad. Los villancicos ya no suenan por las calles a no ser que te acerques a uno de esos centros comerciales que intentan atraer clientela con sus ofertas navideñas, luces y sonidos. Todas estas cosas me hacen pensar y recordar tiempos mejores, tiempos en que por ser niño (aunque aún lo siga siendo) disfrutaba la Navidad igual o mejor que el verano aun sabiendo que eran vacaciones más cortas. Tiempos en que ansiaba los regalos de los Reyes Magos aun sabiendo la verdad desde que tenía siete años, tiempos en que montaba el belén, esa maqueta que representa el todo de la Navidad. Si esto sigue así, decayendo en la realidad o en mi fantasía, ¿que será en un futuro? Lucharé en mi mente por que la ilusión nuca se vaya, eso digo y eso espero cumplir.

lunes, 19 de octubre de 2009

Desde Magerit

Antaño unos invasores la llamaron Magerit, más tarde pasó a ser sede de la Corte del Rey y por tanto capital de nuestro mediano país. Ahora Madrid se funde en una mezcla entre la típica ciudad española y una metropoli europea e incluso mundial, aunque para esto último aún queda un rato, a la vista está en cuanto a su área metropolitana, grande si la comparamos con Zamora, pero casi enana si la comparamos con París o Londres; también la población no es muy grande, 4 millones frente a los casi 10 o 12 de las dos anteriores. Aunque desde Madrid veas el resto de ciudades pequeñas, más vale que veas a Madrid como un pueblo frente al mundo. Y esque ya que es la capital de España pues que menos que convertirla en una gran metropoli, que para ciudades más pequeñas ya están las 50 capitales restantes, las cuales pueden aún conservar el encanto de los históricos pueblos y núcleos amurallados, con castillos, con catedrales, palacios y monumentos de antes del siglo XVII e incluso puentes de piedra que cruzan grandes ríos (Mérida, Zamora, Salamanca, etc etc). Porque estando todos estos lugares, si queremos aparecer en el mapamundi más vale que hagamos que Madrid sea grande, innovadora, científica y letrada a la vez, con grandes nudos de comunicación, progresista y conservadora, que sepa evolucionar y guardar su interior, su corazón, y que aunque su mente se dirija a la evolución nunca olvide el día en que fue elegida sede de la Corte del Rey Felipe II de España.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Parte de Mi

Hoy no voy a escribir mucho, hoy solo voy a poner una cancion de Saratoga cuya letra Jero (el ex-compositor) se la dedicó a su abuelo cuando se fue de esta vida. Me parece una preciosa y apropiada cancion...

Recorrió largo tiempo en su reloj.
Peleó para ser lo que es hoy.
Luchador, testarudo y cómo no
cariñoso y tierno como yo.
Sin pensar me enseñaba a reaccionar
al calor de su lumbre y su voz.
Un bastón le ayudaba a caminar,
pero él era duro como yo.

Y el camino acabó.
Su mirada dulce y gris voló.
Y su luz se apagó como la llama
del candil que hace tiempo ardió.
Y su voz susurraba y susurraba
"liberadme de todo el dolor".

Una vez de pequeño me cantó
la canción que de niño aprendió.
Carcajadas comenzaron a sonar,
porque él era alegre como yo.

Y él nos dijo adiós.
Va a reunirse pronto con su dios.
Y su luz se apagó como la llama
del candil que hace tiempo ardió.
Y su voz susurraba y susurraba
"liberadme de todo el dolor"

martes, 15 de septiembre de 2009

De camino a otro mundo

Muchas veces vemos la muerte como un capítulo de terror de lo que es nuestra vida, el último capítulo de nuestra vida. Es algo así como el Apocalipsis en la Biblia, el último libro, donde entran en juego el Mal, el Infierno, la Guerra, la Peste, el Hambre, la Muerte...
Otras veces (u otras gentes) pensamos que la vida es el principio de la muerte... no lo sé, no sé que es la muerte, no quiero saberlo. Lo que si quiero saber es qué hacer cuando alguien está perdiendo a un ser querido, como reaccionar, como comportarse...

¿Qué estará viendo él en este momento? ¿Estará viendo ese túnel tan famoso con la luz al fondo? ¿O simplemente a estas horas está durmiendo tranquilamente, esperando despertar un día más? Eso quiero pensar, que es feliz, que duerme y que sueña, que ese viaje aún no lo ha emprendido, que ese camino a otro mundo aún no ha empezado. Por favor, si lo has comprado, devuelve el billete, rompelo o tíralo directamente, pero que el revisor nunca lo pique. Sigue aquí y nunca te vayas. Te quiero

domingo, 13 de septiembre de 2009

Primera Pagina

Recuerdo, sueño, pienso en pequeños momentos que seguro a lo largo de la vida dejarán de tener importancia, y lo peor de todo, dejarán de existir. Momentos en que por unos minutos e incluso por unas horas era libre, mi via de escapismo. De noche a mi me parece todo más mágico, todo me parece tener una belleza que por el día desaparece y te hace ver las cosas de distinta forma. Por eso la noche me ayuda a escapar de ese mundo que durante el día me rodea. Sentarme en una roca, en un muro o bajo un árbol, oyendo las aguas de algún río o arroyo, pensando... ¿en qué?, muchas veces en nada, simplemente con dejar mi mente libre, mi imaginación, sin obligarla a pensar me es suficiente. Cierro los ojos y los vuelvo a abrir, suspiro y recuerdo que por la mañana todo volverá a ser normal.
Estos momentos están dejando de existir, dejarán de existir, y me niego a pensarlo, deseo que vuelvan. Por eso pienso en pequeños momentos, sueño, recuerdo...